28.12.06

Hidden Track

"...Una vez más, y no sería la última, me sentía un poco extraño en el mundo, como si hubiese despertado de pronto y desconociese sus leyes y su sentido. Caminaba al azar por las calles de Buenos Aires, miraba a sus gentes, me sentaba en un banco de la plaza Constitución y pensaba. Luego volvía a mi piecita y me sentía más solo que nunca. Y únicamente sumergiéndome en los libros parecía encontrar de nuevo la realidad, como si aquella existencia de las calles fuera, en cambio, una suerte de gran sueño de gente hipnotizada. Faltaban muchos años para que comprendiera que en aquellas calles, en aquellas plazas, y hasta en aquellos negocios y oficinas de Buenos Aires había miles de personas que pensaban o sentían más o menos lo que yo sentía en ese momento: gente angustiada y solitaria, gente que pensaba sobre el sentido y el sin sentido de la vida, gente que tenía la sensación de ver un mundo dormido a su alrededor, un mundo de personas hipnotizadas o convertidas en autómatas.

Y en aquel reducto solitario me ponía a escribir cuentos. Ahora advierto que escribía cada vez que era infeliz, que me sentía solo o desajustado con el mundo en que me había tocado nacer. Y pienso si no será siempre así, que el arte de nuestro tiempo, ese arte tenso y desgarrador, nazca invariablemente de nuestro desajuste, de nuestra ansiedad y nuestro descontento. Una especie de intento de reconciliación con el universo de esa raza de frágiles, inquietas y anhelantes criaturas que son los seres humanos. Puesto que los animales no lo necesitan: les basta vivir. Porque su existencia se desliza armoniosamente con las necesidades atávicas. Y al pájaro le basta con algunas semillitas o gusanos, un árbol donde construir su nido, grandes espacios para volar; y su vida transcurre desde su nacimiento hasta su muerte en un venturoso ritmo que no es desgarrado jamás ni por la desesperación metafísica ni por la locura. Mientras que el hombre, al levantarse sobre las dos patas traseras y al convertir en un hacha la primera piedra filosa, instituyó las bases de su grandeza pero también los orígenes de su angustia; porque con sus manos y con los instrumentos hechos con sus manos iba a erigir esa construcción tan potente y extraña que se llama cultura e iba a iniciar así su gran desgarramiento, ya que habrá dejado de ser un simple animal pero no habrá llegado a ser el dios que su espíritu le sugiera. Será ese ser dual y desgraciado que se mueve y vive entre la tierra de los animales y el cielo de sus dioses, que habrá perdido el paraíso terrenal de su inocencia y no habrá ganado el paraíso celeste de su redención. Ese ser dolorido y enfermo del espíritu se preguntará, por primera vez, sobre el porqué de su existencia. Y así las manos, y luego aquella hacha, aquel fuego, y luego la ciencia y la técnica habrán ido cavando cada día más el abismo que lo separa de su raza originaria y de su felicidad zoológica. Y la ciudad será finalmente la última gran etapa de su loca carrera, la expresión máxima de su orgullo y la máxima forma de su alienación. Y entonces seres descontentos, un poco ciegos y un poco como enloquecidos, intentan recuperar a tientas aquella armonía perdida con el misterio y la sangre, pintando o escribiendo una realidad distinta a la que desdichadamente los rodea, una realidad a menudo de apariencia fantástica o demencial, pero que, cosa curiosa, resulta ser finalmente más profunda y verdadera que la cotidiana. Y así soñando un poco por todos, esos seres frágiles logran levantarse sobre su desventura individual y se convierten en intérpretes y hasta en salvadores (dolorosos) del destino colectivo.


Pero mi desdicha ha sido siempre doble, porque mi debilidad, mi espíritu contemplativo, mi indecisión, mi abulia, me impidieron siempre alcanzar ese nuevo orden, ese nuevo cosmos que es la obra de arte; y he terminado siempre por caer desde los andamios de aquella anhelada construcción que me salvaría. Y al caer, maltrecho y doblemente entristecido, he acudido en busca de los simples seres humanos..."


(Sobre Héroes y Tumbas, Ernesto Sábato)


Se acabó. Al menos por ahora.


Saludos a todos.


With your feet on the air and your head on the ground
Try this trick and spin it, yeah
Your head'll collapse
If there's nothing in it
And then you'll ask yourself

Where is my mind?
Where is my mind?
Where is my mind?

Way out in the water
See it swimmin'

I was swimmin' in the Carribean
Animals were hiding behind a rock
Except the little fish
when they told me east is west
trying to talk to me coy koi.

Where is my mind?
Where is my mind?
Where is my mind?

Way out in the water
See it swimmin'...


Where is my mind?
Pixies
Surfer Rosa (1988)
4AD Records

12 comentarios:

analogia dijo...

try this trick and spin it, yeah

♥sábato

35345 dijo...

Lástima que Sábato haya almorzado con Videla y avalado la dictadura militar argentina, desde ese punto de vista todos sus ensayos sobre le ética y moral valen mierda aunque algunos libros donde no se pone en estrella ética y narra historias son muy buenos.Te ahorro la respuesta "¿y?" ya sé, a veces desvario. Saludos Fran

Anónimo dijo...

A pesar de todo....

"En vano buscaríamos como Amiel, como un niño que se acaricia el hombro, los cariños, los mimos de nuestra intimidad, porque al fin todo está fuera, todo, hasta nosotros mismos, entre el mundo, entre los demás. No es en no sé qué retiro donde nos descubriremos, sino en el camino, en la ciudad, entre la muchedumbre, como una cosa entre las cosas, un hombre entre los hombres"

Niklas Weber

Daniel de Witt dijo...

Ya hasta dicen que Marx está ofendido porque no lo dibujan.
Volvé pronto.

Anónimo dijo...

"Y al caer, maltrecho y doblemente entristecido, he acudido en busca de los simples seres humanos..."

L'enfer, c'est les autres?

Niklas Weber

Pd: Espero tu réplica Fran

Fran dijo...

Respuesta: No, es uno mismo.


Hasta que no sepa quién diablos es Niklas Weber... me niego a replicar como corresponde.

Anónimo dijo...

Bahhhhhhhhhh........que fome no poder tener tus réplicas como corresponden!
En todo caso, el tiempo de revelar mi identidad no es aún llegado...
Ya dirá el tiempo el momento oportuno..

Niklas Weber

Fran dijo...

lo siento, son mis reglas del juego...

Anónimo dijo...

Igual es contradictorio, pues si te revelo mi identidad, deja de ser un juego...

Niklas Weber

Fran dijo...

todavia no entiendo por que tanto misterio...

me podrias explicar?

eso. chau.

Anónimo dijo...

Tanto misterio porque "El misterio es un sendero sagrado que hay que respetar y de cuya naturaleza no es posible apropiarse", por lo tanto, es mejor que las cosas sean así...

Fran dijo...

no me satisfacen los motivos sacados de google...