16.9.05

Track 6: Más Tonto que Perro Nuevo


Tengo habitante nueva en la casa. Una perra poodle de 2 meses, que por cierto no fue muy bien bienvenida debido a las circunstancias animalísticas actuales (5 perros y 4 gatas); la cosa es que es una cagá chica que parece de peluche y al final la pobre no tiene la culpa de que mi papá esté medio enfermo del mate (claro, como él no vive aquí se da el lujo -como el Profesor Rossa- de traerle animales a mi hermana chica que al final acaba cuidando mi mamá, o sea, con los cuales él no tendrá que lidiar). Aún no tiene nombre. Yo, que ando contingente hoy y muy enterada de las noticias faranduleras nacionales, por lógica pensé y sugerí: "si es perra, pónganle Kenita". No me pescaron mucho. Aún no tiene nombre. Y bueh, sólo lleva un par de horas en la casa... ya tendremos algún arrebato de creatividad...
La cosa es que mi mamá, mujer práctica, pensó: voy a tener que ir a comprarle alimento. Así que partió a eso de las 9:30 p.m. a nuestro "Líder Vecino". Toda una revolución horaria, por cierto. Como no vivo en Santiago, en este pueblo (en todos los pueblos, o la mayoría) la vida generalmente se termina a las 8:30 y todos empiezan a cerrar... pero Líder Vecino cierra a las 10:30, así que ahora puedes permitirte salir a comprar a esa hora, más aún si queda a media cuadra de mi casa.
Pero el problema que me trajo a escribir en vez de aprovechar de dormir ahora que puedo (ya que anoche apenas dormí una hora estudiando para una prueba que tuve hoy... eso me pasa por no estudiar a tiempo... ¡usted, no lo haga!), es que mi mamá volvió con uno de esos típicos folletos que te entrega una jóven sospechosamente amable y sospechosamente sonriente cuando entras al supermercado. Y de puro ociosa me dediqué a mirarlo, para ver si valía la pena comprar algo, aunque no tengo ni un peso con lo de mi ahorro brutal para Pearl Jam, que hasta me ha hecho fumar menos... La cosa es que me salió todo el espíritu de (s)ocióloga que llevo dentro (lo estoy cultivando a todo esto, todos los días y a veces tortuosamente), y, viendo lo ridículo de precios como "$996", "$1034", "$2.997" y similares, tuve una iluminación divina y pensé: en realidad, estamos puro weando... de hecho, esos 3 o 4 pesos que hacen que no sean 15 lucas sino 14.996 y que sicológicamente creas que estás pagando menos, al final NUNCA significan un ahorro para tí, pues cuando vas a pagar siempre te los piden para cualquier causa benéfica de dudosa reputación... o sea, los muy maricones te cagan igual; multipliquen un promedio de robo de 4 pesos por vuelto por toda la cantidad de transacciones que realiza en un día una cadena de supermercados como esa a lo largo de todo el país. Nos están viendo la cara de weones, literalmente.
No obstante, igual uno se siente culpable de no donar los 4 pesos: "cómo tan caga'o", pensamos. Y así creemos que con este acto heroico salvamos la precaria situación de algún niño "en riesgo social" (ya que nos encantan los eufemismos y cuesta mucho decir que es "pobre" o "drogadicto" o "madre adolescente"). Es como usar esas pulseras de goma fluorescentes tan espantosamente ordinarias que simbolizan que aportas a alguna institución social. Es el colmo que hasta para colaborar con una institución de beneficiencia exijamos algo a cambio. Porque no es lo mismo donar $1.000 así no más que donar $1.000 y recibir a cambio tu pulsera que simboliza que eres un ser humano caritativo. Te da status. Es la exacerbación del autoadhesivo en la ropa.
Además, las monedas de 1 peso igual son un estorbo. Técnicamente en nuestra precaria situación cotidiana no sirven de mucho. Y ese es otro punto que hace que la gente ceda su vuelto sin saber muy bien hacia dónde va. Pero en realidad, mi más sincero parecer es que el dinero recolectado (que al cabo de una semana, un mes, un año, alcanza cifras astronómicas) no llega en su totalidad a las instituciones a las cuales debería. O sea, a ellos también le deben ver la cara de weones.
Un día, hace algunas semanas, cuando fui a comprar a mi Líder Vecino (en realidad el nombre da lo mismo, actúan siempre igual), la cajera me pregunta "¿desea donar los 6 pesos a blablabla? "No", le dije seria. Y me miró con una mirada-que-mata. Pero después repliqué "Si oh, si era broma", y la muy carerraja me dice "ahh yo pensé que eras una tacaña". Tsss... qué weá loco!!!... si al final ese enriquecimiento extra no va repartido para los cargos de menor rango, sino para los altos ejecutivos dueños de las cagás de empresas, que no se conforman con sus $ X Millones mensuales porque es muy poco.
En ese minuto, me puse a pensar en lo espantosamente alto que se ha vuelto el costo de vida. Si a una persona la hubieran criogenizado (en la volá Michael Jackson) hace unos 10 años y ahora la descriogenizaran o como quiera que se diga, el pobre tipo muere de un infarto. Porque cuando éramos chicos con cien pesos hacíamos milagros. O sea, te comprabas 100 dulces de a peso, 100 media hora, dos o hasta tres super 8, hasta tres cigarros sueltos y tantas cosas más... ahora, con esos cien pesos con cuea te alcanza pa un chocopanda en la micro... y quién sabe por cuánto tiempo más.
Y la duda (s)ociológica reside en si ha aumentado el salario de nuestros trabajadores en la misma proporción en que aumenta el costo de vida. Tal vez hay mejoras, pero en la misma proporción es bien dudoso.
Tal vez creamos que estamos mejor por la ilusión que nos da el dinero de plástico: cómodas cuotas mensuales para pagar algo que al contado sería imposible. Así, nuestro poder adquisitivo se ve incrementado notablemente. Gente que vive en poblaciones callampa pero con senda antena Sky en el techo y con la mansa tele que ni yo que soy clase media tengo... son las "paradojas del desarrollo". Un desarrollo "a la chilena", o mejor dicho "a la latinoamericana". Un desarrollo chanta porque no es nuestro sino que es una imitación de las pautas de consumo de los países desarrollados y primer mundistas. A veces la globalización parece ser un fiasco.
Tal vez nada de lo que haya escrito aquí parezca novedoso. Me da lo mismo, porque a veces no nos damos cuenta porque es demasiado obvio. Es bueno resaltar la obviedad y hacerla visible dentro del caos cotidiano. Conclusión: exijan su vuelto. Que no les vean la cara de giles. Y no se trata de ser caga'o, sino de dejar de contribuir al enriquecimiento ilícito de unos pocos.
E insisto: la perra debería llamarse Kenita... aunque tal vez sea una ofensa para un ser tan maravilloso y bondadoso como ella; la poodle, digo. Retiro lo dicho.
Vida de perros...

"Money it's a crime, share it fairly, but don't take a slice of my pie... Money so they say, is the root of all evil today... But if you ask for a raise it's no surprise that they're giving none away..."





Pink Floyd
Money
The Darkside of the Moon
EMI (1973)

3 comentarios:

Mark Ullman dijo...

Desde hace un tiempo no tengo escrúpulo alguno en no dejar un sólo peso para la institución benéfica de turno que me sugiere la cajera del supermercado, aunque ella y todos los de la cola en espera me miren como si yo fuera Rodrigo Orias. Es que tiendo a desconfiar de las verdaderas intenciones de las megaempresas con tal práctica de ayuda-marketing. Por último, le dejo las monedas al muchacho que me embolsa los artículos.

No sé si mucha gente sabe que la pseudo solidaridad que tanto se esmeran por demostrar estas empresas no es más que un excelente forma de descontar impuestos, estrategia que utiliza el estado para incentivar las donaciones. Es que en uno de los países más solidarios que conocemos hay que poco menos que obligarlos a ponerse.

Y no es malo juntar todas esas monedas del vuelto, que en realidad no sirven para nada por si mismas, pero pueden ser harto en su conjunto, ponen otras más e ir uds. mismos a ponerse.

Arwen Aletheia dijo...

Dos preguntas: en primer lugar ¿por qué aparece el grandioso disco "The Dark Side of the Moon" bajo el post... si no te gusta Pink Floyd? para analizar...

Segundo: donde diablos podías comprar 3 super8 por 100 pesos? ni en mi más tierna infancia tuve esa posibilidad...

Eso es todo



* * * In the Court of the Crimson King * * *

Fran dijo...

jajajaja era una exageración, pero no valían mas de 50 pesos en todo caso...
y la canción la puse por contingente, nada mas...
todavía no me mimetizo con pink floyd...