19.12.05

Track 17: Navidad Esquizoide


Se acerca Navidad. Época especial para muchos, especialmente para los niños. La misma época donde el consumo se hace compulsivo, amparado en supuestas buenas intenciones y, aún, tratando de convencernos de una connotación religiosa que a estas alturas bien puede pensarse que se fue a la mierda.

1. ¿Espíritu Navideño? La connotación religiosa:

Bien es sabido por la comunidad occidental que el 25 de diciembre es la fecha escogida para celebrar el nacimiento de Jesús, el redentor, el hijo del mismísimo dios. Ahora, y pensando en estas fechas, ¿realmente a alguien le importa eso? Creo que no. Por mucho que los buenos samaritanos traten de disfrazar su espíritu consumista con el traje religioso, ya ni ellos mismos se la creen. La navidad ha pasado a ser una fecha más para el consumo; como el día de los enamorados, el día de la madre, el día del padre, el día del niño, el día de los marcianos anarco-sindicalistas, etc. Da lo mismo lo que se celebra, el punto es regalar. Lo importante no es ser consecuente con las actitudes de todo el resto del año, pues estas fechas sirven para redimir culpas: si te portaste como las pelotas todo el año con tu santa madre, el día de la madre es una buena ocasión para decir, tal vez por única vez en el año, "te quiero". Algunos son más explícitos que otros. Esos otros lo dan por sabido.
A veces cuesta demasiado expresar los sentimientos. Y creemos que el otro da por hecho lo que sentimos, que lo adivinan bajo nuestros actos. Pero expresarlo en palabras sinceras nunca viene mal, sino muy por el contrario.
Familias peleadas, distanciadas, los mismos viejos que se trataron a chuchada limpia todo el año con los mismos hijos falta de respeto de siempre, se sientan a compartir la misma mesa, a tratar de olvidar por un momento lo malo del año y tratar de compartir un momento especial. Aunque, al fin y al cabo, ese momento especial se transforme en un vulgar intercambio de regalos.
A los niños no les importa Jesús más que el Viejo Pascuero. Para ellos, y para nosotros, las navidades sin regalos no son navidades. Si un año dejamos de armar el pesebre no importa tanto como un arbolito sin regalos. Se siente un espacio vacío. Por lo mismo, en estas fechas las calles se repletan de gente sudorosa y con olores poco ortodoxos buscando el regalo ideal.
Tal vez estoy siendo un poco dura y se esmeren en encontrar algo para la persona indicada como una demostración de afecto. Pero me consta, también, la gran cantidad de gente que compra cualquier webada para
los parientes más lejanos en algún "Todo a Mil", esos regalos inútiles que sabemos no serán bien aprovechados, es más, nos da lo mismo qué cosa sea, pero el punto es regalar. Y no precisamente por el espíritu navideño que los inunda, sino para que después no sean vilmente desollados a pelambre limpio por amarretes o en crisis económica.
Además, desde chicos, cuando aún creíamos en las bondades de Santa Claus, nos sentíamos lo máximo teniendo el juguete más top. Y muchos lo enrostraban con sarcasmo ante la cara de aquel pobrecito al que no le regalaron el juguete de moda o la última chupada del mate. Recuerdo un año en que hacían furor los patines de ruedas en línea. Y todos los niños, fueras al lugar que fueras, estaban con los famosos patines. Antes el mismo papel lo había cumplido la bicicleta. Ahora no sé qué mierda pedirán los niños, pero supongo que también será algo que les haga ten
er inocentemente más estatus y sentirse, por un momento, "bacanes".
¿Qué mierda le estamos enseñando a los niños? Mi intención no es remoralizar la navidad ni mucho menos, sino simplemente expresar que me parece de un cinismo desorbitante esconder los impulsos consumistas neoliberales en forma de pesebre, en forma de necesida
d espiritual. Al momento de ver y abrir los regalos al niño Jesús se lo pasan por la raja. Admítanlo, católicos. Pero el punto religioso va más allá.
A pesar de que muchos no comulgamos precisamente con alguna religión que celebre este tipo de cosas (ninguna religión en realidad...), la celebramos, cual alienados. Recuerdo hace poco haber hablado con alguien sobre que al final seguíamos la corriente por no amargar al resto, pues la reticencia hacia tal celebración no sería vista como una opción ideológica, como una manera de ver las cosas, sino lisa y llanamente como negativa frente al mundo y como aguafiestas para los alegres comensales. Por otra parte, nunca tan rota como para rechazar un regalo por principios morales.
¿Cuántos serán los que se encuentran en una situación como
la mía? ¿Y si de repente descubriéramos que somos demasiados? Por lo mismo, muchos son los que siguen las fiestas como una auténtica rutina, siendo que el rito religioso es precisamente lo contrario: una suspensión del tiempo cotidiano, un renacer, no mera rutina, no algo de todos los días. A pesar de los buenos deseos que podamos formular, del borrón y cuenta nueva que se pueda pretender hacer de la boca para afuera, sabemos que, una vez que pase el tiempo de la fiesta, seguirá todo como antes. Y los buenos deseos se van quién sabe dónde.
Resumiendo todo lo anterior: ¿espíritu navideño? LAS PELOTAS!!!!


2. Sí, espíritu navideño las pelotas... ¿Qué es entonces la navidad?

Me tinca que al final es puro consumismo. Pero nadie lo admite realmente porque todos salimos perdiendo: no hay re
galos bacanes, no hay reactivación del comercio, no hay circulación del capital, no surge el país jajajaja. Es una cadena de nunca acabar.
A la Iglesia no le conviene admitir que casi todos, hasta los católicos mismos, se pasan por la raja la religiosidad de la fecha y que es una fecha para compartir, claro, para perdonar, también, pero no amparados en el nacimiento del niño dios, sino en algo que va más allá de ello, que lo trasciende.

Al final es una necesidad espiritual no-religiosa, motivada por ella pero desvirtuada con el paso del tiempo.


3. Una vieja pregunta... ¿Por qué adaptamos el viejo pascuero al modo noroccidental?


Pobres tipos... aprovechando
la ocasión para ganarse unos pesos extra cagados de calor y con no muy buenos aromas... deberíamos institucionalizar el Pascuero modelo suramericano con bermudas, chalas y musculosa. Y lentes de sol, para que no quede piti antes de tiempo. Además, con un protector solar factor 50 para proteger su delicada y anciana piel. Porque por culpa del consumismo de mierda estamos haciendo cagar el medio ambiente pero a nadie (me incluyo) parece importarnos mucho a diario (esa fue mi frase Greenpeace de hoy, gracias).






* No olviden en sus casas que papá No
el es auspiciado por la bebida del imperio, siempre en tus grandes momentos y dispuesta a alienarte con sus múltiples técnicas de disuasión.

Y usted, ¿cómo mierda vive la Navidad?

"...Ambition makes you look pretty ugly. Kicking, squealing gucci little piggy.
You don't remember, you don't remember. Why don't you remember my name?
Off with his head, man, off with his head, man, why don't you remember my name? I guess he does...
Rain down, rain down, come on rain down on me... from a great height, from a great height...

Rain down, rain down... come on rain down on me, from a great height, from a great height...

That's it sir, you're leaving, the crackle of pigskin, the dust and the screaming, the yuppies networking...

The panic, the vomit, the panic, the vomit...
God loves his children, God loves his children, yeeeaaaahhhhh!!!!!..."





Paranoid Android
Radiohead
OK Computer
Emd/Capitol (1997)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

VIEJO PASCUERO Y LA CONCHASUMADRE....

gracias querida Fran por tu análisis navideño....

Un beso y un abrazo....

Mark Ullman dijo...

Holas Fran:

Creo que no son tan pocas las personas que piensan como nosotros, en realidad creo que me fui al chancho con tanta animadversión con la Natividad del Señor... yaaaa. (Esbozo una sonrisa maquiavélica a lo grinch en este momento)

Es que es verdad eso de que es se transformó en un día más de consumo, y una rutina más de seguir la costumbre. Y darle al cabro chico el super playstation xbox deluxe último modelo para que se quede tranquilo y aprenda que es un siervo de las cosas para tapar otras falencias más importantes, cuando las hay.

Wake me up, when December ends...

Salu2,
Carerraja
Ficción en Pulpa